Pie plano en niños: mitos y verdades

El pie plano es una de las preocupaciones más comunes entre padres que consultan con el ortopedista pediátrico. Muchas veces, esta condición genera dudas, temores y decisiones apresuradas basadas en mitos o información incompleta.

A continuación, desmentimos algunos de los mitos más frecuentes y aclaramos lo que realmente debes saber sobre el pie plano en niños.

🦶 Mito 1: “Todos los pies planos deben tratarse con plantillas”
Verdad:
En la mayoría de los casos, el pie plano flexible en niños pequeños es una variación normal del desarrollo. No todos requieren plantillas. El tratamiento solo es necesario si hay dolor, rigidez o limitaciones funcionales.

👣 Mito 2: “Si no se corrige a tiempo, se vuelve permanente”
Verdad:
La mayoría de los niños desarrollan un arco natural conforme crecen. En muchos casos, el pie plano mejora espontáneamente sin necesidad de intervención médica.

🏃‍♂️ Mito 3: “El pie plano impide que el niño haga deporte”
Verdad:
Los niños con pie plano flexible y sin dolor pueden practicar actividades físicas normalmente. De hecho, muchos atletas profesionales tienen pie plano sin complicaciones.

🩺 ¿Cuándo acudir al especialista?
Es importante consultar si tu hijo presenta:

Dolor en el pie, tobillo o pantorrilla

Dificultad para caminar o correr

Rigidez o deformidad evidente

Desgaste desigual en los zapatos

👟 Mito 4: “El pie plano es causado por usar calzado inadecuado”
Verdad:
El desarrollo del arco del pie está más influenciado por factores genéticos y la maduración natural que por el tipo de calzado. Aunque un buen zapato puede dar soporte, no es la causa ni la solución del pie plano.

🧬 Mito 5: “El pie plano siempre se hereda de los padres”
Verdad:
Aunque puede existir una predisposición genética, no todos los niños de padres con pie plano desarrollarán la condición. Cada niño tiene su propio patrón de desarrollo óseo y muscular

🧒 Mito 6: “Si un niño tiene pie plano, debe dejar de caminar descalzo”
Verdad:
Caminar descalzo en superficies seguras puede, de hecho, ayudar al desarrollo muscular del pie. No está contraindicado en niños con pie plano flexible y sin síntomas.

⏳ Mito 7: “Esperar siempre es mejor que tratar”
Verdad:
Aunque muchos casos se resuelven espontáneamente, no todos deben dejarse sin seguimiento. Si el niño tiene dolor, fatiga al caminar o el pie es rígido, es fundamental una valoración oportuna por un especialista.

Conclusión:
El pie plano, en la mayoría de los casos, no representa un problema médico. Sin embargo, una evaluación por un especialista en ortopedia pediátrica te dará tranquilidad y evitará tratamientos innecesarios.

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